
lunes, 28 de junio de 2010
Recuerdo Mingako 2009 Llangiwe.
El Mingako es una actividad colaborativa mapuche, una practica ancestral donde la comunidad se reúne en labores económicas importantes del tipo agropecuario o en el Rukan (mapudungún: rukan, 'hacer ruka, la construcción de la vivienda tradicional).
El mingako permite contar con el apoyo de un equipo para realizar actividades comunitarias que fortalecen lazos dentro de la sociedad mapuche prestándose apoyo y colaboración mutua, facilitando las tareas que de otra manera seria muy difícil de sobre llevar o contratar, mediante pago directo.
El mingako permite contar con el apoyo de un equipo para realizar actividades comunitarias que fortalecen lazos dentro de la sociedad mapuche prestándose apoyo y colaboración mutua, facilitando las tareas que de otra manera seria muy difícil de sobre llevar o contratar, mediante pago directo.

El trabajo puede durar un día o más y la dinámica de trabajo es similar en lo que dura la actividad, los anfitriones reciben a sus invitados reparten instrucciones, las mujeres que no pueden trabajar dependiendo del tipo de labor que sea, se dedican a cocinar para los que trabajan.



El mingako de la mujeres de Llangiwe, fueron invitados la agrupación política Wallmapuwen que colaboro con sus mocetones y mujeres que acompañaron dicha actividad, fruto de este mingako surgió el apoyo para lo que fue la primera etiqueta y también la asesoria técnica para que postularan a recursos del gobierno regional para el presente año.
domingo, 27 de junio de 2010
Microemprendimiento de la mujer indigena
El presente proyecto se enmarca en lo que fue las bases del concurso:
“Apoyo a emprendimientos, microempresas y Pequeños Negocios de
Mujeres indígenas urbanas y rurales de la Región de La Araucanía”
Programa Subsidio Fomento Economía Indígena Urbana y Rural
Que como objetivo inicial del concurso declara contribuir al aumento del nivel de actividad emprendedora de las mujeres indígenas, y la generación de condiciones para que se consoliden sus negocios y por ende compitan en mejores condiciones en el mercado actual, aumentando sus niveles de ingresos.
Mejoramiento de los vínculos que se establecen con el mercado, implementando estrategias para mejorar la comercialización (imagen de negocio y los productos) y de un mayor conocimiento de los instrumentos públicos y privados de la red de fomento.
El proyecto presentado y adjudicado por la agrupación de mujeres se llamo “Rediseño y mejora de la presentación del producto Kinwa, para la inserción a nuevos mercados, en la categoría “idea innovadora” en el rubro agroindustria.
La historia.
La agrupación de mujeres de Llangiwe, en la localidad de Tres cerros de la Comuna de Padre las Casas, surge de un grupo aproximado de 10 mujeres que viene de la experiencia y trabajo asociativo que buscando generar y aumentar los ingresos familiares, se asocian desde mediados del 2007, para comenzar a trabajar fuertemente a partir del 2008 en el cultivo de la Kinwa (Quínoa) un cereal de uso ancestral en la cultura mapuche rico en proteínas y de buena venta en los mercados locales, la historia es más o menos así: El sector tres cerros y más específicamente el sector Llangiwe, ubicado frente a la ciudad de Temuco al otro lado del rio Cautín, a una cercanía aparente de la capital regional.
El sector Llangiwe del cual la agrupación femenina toma el nombre es la típica localidad cercana a la ciudad que se ve arrastrada por su gravedad y la mayoría de sus ingresos y fuentes laborales se encuentran allí, los hombres se desempeñan en distintas labores, siendo el rubro de la construcción el que ocupa las mayores plazas de trabajo, en los últimos tiempos y producto de la crisis económica dichos trabajadores se desplazaron a otras ciudades y regiones por lo que las mujeres y jefas de hogar se encuentran en la doble y difícil misión de sostener el hogar y llevar las riendas de la familia esperando al hombre que viene una vez al mes.
Dado el particular carácter de la mujer mapuche campesina y su empuje emprendedor, estas buscan maneras de generar ingresos extras que apoyen los ingresos que provee el marido (los cuales en una economía familiar nunca son suficientes), las mujeres trabajan desde el tradicional cultivo de hortalizas hasta los refinados trabajos de telar tradicional mapuche y la búsqueda permanente de mercado para sus productos y trabajos frutos de la herencia cultural.
En este buscar permanente de productos que permitieran abordar su doble rol de trabajadores y jefas de hogar, que una de la integrantes de la agrupación dio con la Kinwa (Quinoa) cereal de cultivo tradicional en el pueblo mapuche.
Que en la actualidad vive un redescubrimiento y valorización en la cocina, por sus favorables condiciones proteínicas, ellas se documentaron y lo compararon con el trabajo del trigo en el que tienen experiencia de sobra, luego de sencillos cálculos de rendimiento, costos e inversión apostaron sus cartas a cultivar dicho cereal, en lo que se embarcaron sin mayor asesoría técnica que su propias ganas y voluntad.
Y mal no les fue en esta incursión, fruto de sus contactos con otras organizaciones mapuche buscaron apoyo en lo que fue su “Mingako de la Kinwa en Llanwige”, el mingako es una práctica mapuche ancestral donde la comunidad se reúne a colaborar en alguna actividad económica prestándose apoyo y colaboración mutua según la cultura mapuche ser invitado a una actividad de estas es todo un honor que ayuda a fortalecer lazos comunes e identitarios, de esta manera lograron cosechar, encontrar recursos para procesar y limpiar la Kinwa, hasta el diseño de una etiqueta que les permitió poner su producto en el mercado, aunque en un mano a mano inicial.
Fue así como el siguiente año buscaron, golpearon puertas y se encontraron con líneas de financiamiento a emprendimientos como el que ellas realizaban (en CONADI y SERCOTEC), que les permitía el apoyo para financiar parte del proceso industrial de limpieza y pelado de la Kinwa (Quínoa), mejorar el envasado y etiquetado del producto, además de poder acceder a mejora de imagen, promoción de sus otros productos y actividades.
Este año gracias al proyecto pudieron contratar un técnico que les apoyo y asesoro en la construcción de una marca e imagen de la agrupación femenina, impresión de tarjetas de presentación, afiche promocional de la agrupación para las actividades y muestras en las que sean invitadas, mejora de envasado, apoyo en todo el traslado y transporte de las materias primas, y rediseño de etiqueta de presentación, además por primera vez acceder a un fondo de estas características y conocer personas que les entreguen información para poder acceder a una mejora en el tiempo de sus productos y líneas de financiamiento estatal que hagan menos pesada su carga, todo esto acompañado con el valor invisible del aumento de la autoestima y capacidad de las asociadas de la agrupación que ven que sus historias personales son la historia de muchas mujeres y que su ejemplo de emprendimiento es un ejemplo positivo a seguir por otras agrupaciones femeninas rurales y urbanas.
“Apoyo a emprendimientos, microempresas y Pequeños Negocios de
Mujeres indígenas urbanas y rurales de la Región de La Araucanía”
Programa Subsidio Fomento Economía Indígena Urbana y Rural
Que como objetivo inicial del concurso declara contribuir al aumento del nivel de actividad emprendedora de las mujeres indígenas, y la generación de condiciones para que se consoliden sus negocios y por ende compitan en mejores condiciones en el mercado actual, aumentando sus niveles de ingresos.
Mejoramiento de los vínculos que se establecen con el mercado, implementando estrategias para mejorar la comercialización (imagen de negocio y los productos) y de un mayor conocimiento de los instrumentos públicos y privados de la red de fomento.
El proyecto presentado y adjudicado por la agrupación de mujeres se llamo “Rediseño y mejora de la presentación del producto Kinwa, para la inserción a nuevos mercados, en la categoría “idea innovadora” en el rubro agroindustria.
La historia.
La agrupación de mujeres de Llangiwe, en la localidad de Tres cerros de la Comuna de Padre las Casas, surge de un grupo aproximado de 10 mujeres que viene de la experiencia y trabajo asociativo que buscando generar y aumentar los ingresos familiares, se asocian desde mediados del 2007, para comenzar a trabajar fuertemente a partir del 2008 en el cultivo de la Kinwa (Quínoa) un cereal de uso ancestral en la cultura mapuche rico en proteínas y de buena venta en los mercados locales, la historia es más o menos así: El sector tres cerros y más específicamente el sector Llangiwe, ubicado frente a la ciudad de Temuco al otro lado del rio Cautín, a una cercanía aparente de la capital regional.
El sector Llangiwe del cual la agrupación femenina toma el nombre es la típica localidad cercana a la ciudad que se ve arrastrada por su gravedad y la mayoría de sus ingresos y fuentes laborales se encuentran allí, los hombres se desempeñan en distintas labores, siendo el rubro de la construcción el que ocupa las mayores plazas de trabajo, en los últimos tiempos y producto de la crisis económica dichos trabajadores se desplazaron a otras ciudades y regiones por lo que las mujeres y jefas de hogar se encuentran en la doble y difícil misión de sostener el hogar y llevar las riendas de la familia esperando al hombre que viene una vez al mes.
Dado el particular carácter de la mujer mapuche campesina y su empuje emprendedor, estas buscan maneras de generar ingresos extras que apoyen los ingresos que provee el marido (los cuales en una economía familiar nunca son suficientes), las mujeres trabajan desde el tradicional cultivo de hortalizas hasta los refinados trabajos de telar tradicional mapuche y la búsqueda permanente de mercado para sus productos y trabajos frutos de la herencia cultural.
En este buscar permanente de productos que permitieran abordar su doble rol de trabajadores y jefas de hogar, que una de la integrantes de la agrupación dio con la Kinwa (Quinoa) cereal de cultivo tradicional en el pueblo mapuche.
Que en la actualidad vive un redescubrimiento y valorización en la cocina, por sus favorables condiciones proteínicas, ellas se documentaron y lo compararon con el trabajo del trigo en el que tienen experiencia de sobra, luego de sencillos cálculos de rendimiento, costos e inversión apostaron sus cartas a cultivar dicho cereal, en lo que se embarcaron sin mayor asesoría técnica que su propias ganas y voluntad.
Y mal no les fue en esta incursión, fruto de sus contactos con otras organizaciones mapuche buscaron apoyo en lo que fue su “Mingako de la Kinwa en Llanwige”, el mingako es una práctica mapuche ancestral donde la comunidad se reúne a colaborar en alguna actividad económica prestándose apoyo y colaboración mutua según la cultura mapuche ser invitado a una actividad de estas es todo un honor que ayuda a fortalecer lazos comunes e identitarios, de esta manera lograron cosechar, encontrar recursos para procesar y limpiar la Kinwa, hasta el diseño de una etiqueta que les permitió poner su producto en el mercado, aunque en un mano a mano inicial.
Fue así como el siguiente año buscaron, golpearon puertas y se encontraron con líneas de financiamiento a emprendimientos como el que ellas realizaban (en CONADI y SERCOTEC), que les permitía el apoyo para financiar parte del proceso industrial de limpieza y pelado de la Kinwa (Quínoa), mejorar el envasado y etiquetado del producto, además de poder acceder a mejora de imagen, promoción de sus otros productos y actividades.
Este año gracias al proyecto pudieron contratar un técnico que les apoyo y asesoro en la construcción de una marca e imagen de la agrupación femenina, impresión de tarjetas de presentación, afiche promocional de la agrupación para las actividades y muestras en las que sean invitadas, mejora de envasado, apoyo en todo el traslado y transporte de las materias primas, y rediseño de etiqueta de presentación, además por primera vez acceder a un fondo de estas características y conocer personas que les entreguen información para poder acceder a una mejora en el tiempo de sus productos y líneas de financiamiento estatal que hagan menos pesada su carga, todo esto acompañado con el valor invisible del aumento de la autoestima y capacidad de las asociadas de la agrupación que ven que sus historias personales son la historia de muchas mujeres y que su ejemplo de emprendimiento es un ejemplo positivo a seguir por otras agrupaciones femeninas rurales y urbanas.
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